“Impresora + Prensa = Beneficios:” esta fórmula resume lo fácil que es ofrecer nuevos servicios a través de la impresión digital. La capacidad de imprimir desde una sola impresora sobre la gama más amplia de materiales y soportes amplía enormemente la capacidad para producir y personalizar productos que se pueden vender a un precio superior.

Para los impresores, un aspecto atractivo del mercado de la impresión digital es la posibilidad de producir tiradas cortas de forma rentable. Por ejemplo, aplicar logotipos corporativos a 50 polos puede ofrecer fácilmente entre 200 y 300 euros de beneficios con solo medio día de trabajo. Al no tener costes de configuración es posible personalizar un solo producto y, dado que el 70 % de los consumidores está dispuesto a pagar más por productos personalizados y que la personalización aporta hasta un 20% de rentabilidad, las oportunidades son infinitas.

Además, las camisetas no son el único artículo que se puede producir. Este sector ha evolucionado para incluir soportes sobre los que transferir la imagen digital por calor altamente perfeccionados y diseñados para imprimir en más superficies que nunca. Por ejemplo, sobre metal, cerámica, madera, plásticos, transparencias y, por supuesto, textiles. Y, a la hora de transferir sobre prendas, la transferencia digital se puede aplicar en algodón, poliéster, tejidos mixtos, ropa deportiva y lona. Véase nuestro catálogo de personalizables.

Incorporar a tu empresa la impresión de transferencia digital también puede complementar a otros métodos de decoración como la sublimación, el bordado e incluso la impresión directa en prendas. 

El uso del color blanco

Un elemento clave para el crecimiento y el éxito de la impresión digital es el tóner blanco. La capacidad de imprimir en blanco se presta a producir resultados atractivos con un esfuerzo sorprendentemente bajo. La impresión en blanco abre la oportunidad de aplicar colores vibrantes en superficies oscuras, lo que amplía los límites de la creatividad mediante procesos tradicionales.

Ahora imagina la capacidad de aplicar el color blanco junto con CMYK tradicional para expandir la impresión más allá de las superficies blancas.  

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